jueves, noviembre 18, 2010

Tango para los viejos


En el programa de televisión Talento chileno, franquicia de un exitoso show británico, se presentó hace pocos días un cantante de avanzada edad.

A capella entonó “Fueron tres años”, clásico que hiciera popular la voz de Argentino Ledesma acompañando a la orquesta del maestro Varela.

Como a muchos de ustedes, ver a un anciano cantando me causa ternura, sobre todo si se trata de un tango, música indisolublemente asociada a la “cuarta edad”.

De pie aplaudo a este señor por tener la valentía de pararse en un escenario y dar rienda suelta a su pasión, pero como amante del tango creo que es bueno dejar de ver el ritmo del 2x4 como una postal de tiempos que ya fueron.

Esto es a modo muy personal, pero acá van mis descargos.

El tango no es como el bolero, es mucho más que eso. Tiene inventiva, tiene evolución, y más que nada, tiene actitud.

No es coincidencia que el rock se haya alimentado de él durante mucho tiempo, quizás haciendo caso a la escuela que dejara Luca Prodan, el italiano que, en palabras del Polaco Goyeneche, le enseño a sus contemporáneos a dar una nueva mirada al Abasto.

Las letras están alimentadas de sentimientos de rebeldía que hoy suenan tan potentes como antes.

Por hablar de letras tenemos, mucho antes que la rebeldía de rock o del punk, a Discepolo, Expósito o Manzi, que aún resuenan adelantadas a su tiempo.

Ellos no necesitaron de parafernalias para gritar su ira a la religión (Tormenta), su descontento con el mundo (El Gólgota) o su borracha depresión (Nostalgias), sentimientos que hasta el día de hoy alimentan la poesía de cualquier canción.

Hace poco fui al bar Cinzano, lugar de bohemia porteña que ya viene a ser parte del recorrido turístico del puerto. Allí cantan un grupo de ancianos que por lo visto, llevan muchos años en el lugar.

Esta bien; por respeto a los artistas aplaudámoslos, esta bien. Pero por favor, no me pueden decir que eso es un deleite a los oídos. Los tipos cantan mal, suenan desafinados y más allá de los clisés de la canción, no tienen mucho que aportar.

Pero como la gente sigue asociando tango con viejo, emocionan a una clientela híper ventilada. Más encima, si a esas caricaturescas versiones le sumamos una anciana que cuenta algún chiste pícaro antes de entonar Malena en horrible versión, más felices quedan los comensales.

El tango no es eso, tiene olor a nuevo, a renovación. No existe ninguna música en le mundo que haya impregnado tanto a un espacio, una cultura y un país como lo es el tango.

Creo que la vanguardia musical de Piazzolla, Rovira o Pugliese sigue siendo de otra época

Sigan aplaudiendo a los viejitos, que por su edad se lo merecen, pero no me vengan con cuentos emocionales que huelen a naftalina. El tango sigue siendo de hoy.

Para muestra, un botón.

Una banda amiga, Violentango entonando a Piazzolla

http://www.youtube.com/watch?v=PpmdCrL4bxw&feature=related

1 Comments:

Blogger amaulen said...

Mmmm no sé, hay algo estético de ver a los viejito versionando de mala manera, a juicio tuyo, Malena en el Cinzano. El pollito y esos sonidos plásticos también son una institución por sí mismos, lo que no quita que el tango siga vigente, y se reinvente en proyectos como violentango y muchos otros. Pax. Buen blog maestro, estoy aprendiendo de un de mis estilos favoritos de música. Salud!

8:45 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home