jueves, enero 12, 2012

Responsos


Hoy he estado dando vueltas buscando videos de Troilo en internet y me acordé de “Responso“, pieza que compusiera en memoria de su gran amigo y cómplice tanguero, Homero Manzi.
Y de “Responso” comencé e pensar en homenajes a los que ya no están y aparecieron “Viejo Discepolín“, del propio Manzi junto a Troilo, y “A los que se fueron“, de Binelli (no se si es un homenaje a los muertos, pero el nombre por lo menos lo sugiere así) y quizás el más conocido de todos “Adiós Nonino“, de Astor Piazzolla.
Y cada una de esas canciones tiene su historia. “Viejo Discepolin” fue escrita como un sentido homenaje de Homero Manzi a Enrique Santos Discepolo. Los dos estaban enfermos, los dos sabían que morirían luego y el mismo año, 1951, los dos más grandes poetas del tango homenajeaban los versos de “El último organito” dejando sin voz al alma del suburbio.
“Adiós Nonino” por su parte es la adaptación de una pieza compuesta con anterioridad por Piazzolla en honor a su padre, Vicente, a quien sus nietos llamaban cariñosamente Nonino.
Pero ese tango inicial, que era solo uno más de los que compuso Astor, se transformaría en el más famoso de su autoría.
Fue de regreso a Nueva York, ciudad en donde creció, donde el fracaso de su Tango Jazz lo tenía sumido en la desesperación… estaba fracasando económicamente y su música, tal como le había pasado ya en Buenos Aires, no era comprendida por nadie.
Fue entonces que se entera de la tragedia que acaba de ocurrir en su natal Mar del Plata; su padre ha fallecido.
Su padre, quien mientras la familia vivía en la Gran Manzana le compró un bandoneón porque un piano le resultaba muy caro y que un día, casi por casualidad, le encargó al pequeño Astor que le llevara un muñequito que acababa de tallar a un cantante argentino que andaba filmando unas películas por la ciudad. Ese cantante era Gardel.
Había muerto Nonino, y Astor pidió que lo dejaran solo, y con el bandoneón en las piernas, no sé si sentado, como lo hace la mayoría, o de pie, como le gustaba hacerlo a él, se puso a improvisar sobre esa melodía dedicada a su padre y salieron las notas más tristes que jamás hayan sonado, según cuenta su hijo Daniel.
Había nacido “Adiós Nonino”.
“Responso” de Troilo tiene una historia similar. Homero Manzí ya había muerto. Con él, Pichuco compuso “Sur“, “El último organito“, “Malena“, “Che Bandoneón” y algunas de las mayores glorias tangueras de todos los tiempos.
Había partido su compañero y gran amigo, y la tristeza lo tenía mal.
Tomó entonces su bandoneón, y dejando de lado a unos amigos que lo visitaban, se encerró en una habitación a tañer notas hasta que nació Responso.
No sé cual de las dos me gusta más, ambas son emocionante, ambas tienen ese dejo triste y las dos son parte de lo mejor del gotán instrumental.
Por supuesto las dos han sido versionadas por distintos músicos, y ambas son parte del clásico repertorio de quienes bailan tango. Bueno, cada uno tiene sus gustos y si alguien encuentra que es bailable el homenaje a un ser querido que fallece… en gustos no hay nada escrito
Por mi parte, yo no se bailar, y si supiera, esas piezas precisamente no las bailaría, es más, haría los mismo que estoy haciendo ahora; me sentaría, las escucharía una y otra vez y me pondría a escribir cualquier cosa, algo como lo que acabo de escribir… por decir un ejemplo.

Pd. Acá van versiones de las dos
Adiós Nonino:
http://www.youtube.com/watch?v=wqSxwWgpE6A
Responso (Orquesta “De puros Guapos”, a quién no conocía, pero esta buena la versión)
http://www.youtube.com/watch?v=p13sKfF3Rrw

2 Comments:

Blogger Shidi ! said...

Pues bailar un tango de despedida o responso, puede tener tanta expresividad como tocarlo...
Nada como bailar un tango bien sentido. De alegría, emoción, deseo o tristeza.
salú !

4:06 p. m.  
Blogger Unknown said...

desapareciste!!! que te pasó?

Deb

3:35 p. m.  

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